La Candelá de San Juan en Vejer de la Frontera es una de esas noches que se viven con el corazón encendido. Cada 23 de junio de 2026, cuando el verano ya se deja sentir, el pueblo entero se transforma en una escena de fuego, música y tradición. No es sólo una fiesta, es un ritual que une a vecinos, visitantes y generaciones, donde todos compartimos hogueras, risas y una chispa de magia que se siente hasta en el aire.
Más información sobre la fecha exacta del evento —cada año se celebra la noche del 23 de junio—
La tarde se llena de vida: familias y amigos dan forma a sus “Juanillos” y “Juanillas”, unos muñecos hechos con trapo, paja y mucha imaginación. A la caída de la noche, todos sabemos que esos muñecos representarán lo que queremos dejar atrás, porque luego arderán en la gran hoguera —una forma simbólica de despedir lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo.
La fiesta se desplaza desde la Plazuela, donde suele arrancar con energía, y avanza en un pasacalles animado por una charanga hasta el Recinto Ferial La Noria. Allí, las llamas empiezan a bailar: los Juanillos se encienden y el olor a madera quemada se entrelaza con el bullicio de la noche.
Y entonces llega el momento que acelera el pulso: el Toro de Fuego. Una estructura con forma de toro, llena de chispas y bengalas, recorre la Plaza de España mientras la gente ríe, corre, celebra… Es pura emoción, una mezcla perfecta de tradición, espectáculo y complicidad.
Después, la noche continúa con una verbena popular, donde la música, el baile y las tapas hacen su magia bajo el cielo estrellado. Entre risas, bailes y tapas compartidas, uno se da cuenta de lo especial que es esto: no eres un mero espectador, eres parte de algo que late.
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